GKS 2232 4º: Guaman Poma, Nueva corónica y buen gobierno (1615)

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Los astrólogos andinos, pág. 898

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IN[DI]OS

por los daños y enfermedades y peligros.

Y algunos mira al salir de la punta de los serros y quebradas. Y dizen que desde el mes de enero que es el día muy largo y la noche corta y desde agosto el día corto y la noche larga. Y dizen que la luna está auajo de un grado del cielo, el sol muy alto grado, y que es muger y señora del sol. Y es ynfigurado el sol que tiene barbas como los hombres el sol y ancí dizen que quiere pelar sus barbas y sementera del sol, Yntip cha[c]ranta suncayta tirasac a. Y ací lo decían a la luna, Coya Raymi, al sol, Ynti Raymi. El clipsor de la luna dezían a boses, le llamaua Quilla mama, ama uncuycho, ama uanuycho, cozanchicca olconchicca macacoctacmi anyacoctacmi. [“Madre luna, no te enfermes, no te mueras; nuestros esposos, nuestros varones, los que nos pegan, los que nos riñen.”]

Estas bozes decía las yndias y decían los filósofos que conosen en las estrellas que ay hombres y mugeres y carneros con su cría y perdises y casador y pastor, batán, león, uenado. Y de las cometas sauen lo que a de suseder, bueno y mala señal: cuyllorcona [estrellas], Chasca Cuyllor [Venus], Oncoy Cuyllor [?] 1, Caza Cuyllor [¿un planeta?], Pacari Cuyllor [lucero de la mañana], Uara Úara [Las Pléyades].

Este yndio filósofo Juan Yunpa tenía más de ciento y cinqüenta años. Y tenía buen ojo y dientes y muelas; no le faltaua uno y comía mejor que un moso. Y era tan buen cristiano, sólo le faltaua leer y escriuir.

El huzo del ayuno y uigilia y serimonia de los Yngas que guardan hasta oy en el pueblo de Asque: Los yndios hizieron serimonias del rrayo que ellos les llaman Santiago. Primero les llamaua yllapa [rayo], y por otro nombre le llama curi caccha [resplandor de oro]. Es que en aquel pueblo nació un niño narís hendido que ellos les llama cacya cinca. Y que le enserró a la dicha yndia y a su hijo, dezíndole “hijo de Santiago” y que no le habló nadie cino un biejo. Y le hizo ayunar sal, agí, y carne; sólo le dio a comer maýs blanco. Y que no le uía sol ni luna.

Pasado el mes, ajuntáronse todo el pueblo y hizieron unas sogas de paxa torsido a lo esquierdo, quemando la punta. Ací ardiendo, con ello todos le asotaron a la yndia y lo echaron del pueblo. Y cubierto echa a huyr del pueblo con su hijo la dicha yndia a un serrillo. Y le asotaron deciendo: “Sal de este pueblo, muger y hijo de Santiago yllapa.”

Y se fue a un serrillo y allí dizen questubo un mes y que se le murió el hijo y le enterraron al niño. Encima le enterró un cordero de la tierra prieto bibo y otras mundicias. Allí sacrificaron al rrayo Santiago. Y dallí trageron a la yndia muy bestida con sus taquies [danza ceremonial] al pueblo. Y allí enborracharon cinco días hasta caer de culo todo el pueblo en ausencia del padre. Y estaba allí un cantor y me lo dijo su dizí[pu]lo.

/ Intip chakranta sunkhayta t'irasaq. / Inti raymi / Killa mama, ama unquychu, ama wañuychu, qusanchikqa urqunchikqa makakuqtaqni anyakuqtaqni. / quyllurkuna / Ch'aska Quyllur / Unquy Quyllur / Q'asa Quyllur / Paqari Quyllur / Wara Wara / illapa / quri k'aqcha / k'akya sinqa / taki / quya raymi /

a le arrancaré las barbas, la sementera al sol

1 Véase la nota, p. 591.