GKS 2232 4º: Guaman Poma, Nueva corónica y buen gobierno (1615)

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La segunda embajada, de Atagualpa Ynga, en Tumbes, pág. 382

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CONQVISTA

Hernando Pizarro y Sebastián de Balcázar, de cómo estubo el dicho Atagualpa Ynga en los baños, allá fueron estos dos dichos caualleros encima de dos caballos muy furiosos, enxayzados y armados.

Y lleuaua mucho cascabel y penacho y los dichos caualleros armados enpuntan blanco. Comensaron a apretar las piernas, corrieron muy furiamente que fue deshaziéndose y lleuaua mucho rruydo de cascabel.

Dizen que aquello le espantó al Ynga y a los yndios questauan en los dichos baños de Caxamarca. Y como uido nunca uista con el espantó, cayó en tierra el dicho Atagualpa Ynga de encima de las andas. Como corrió para ellos y toda su gente quedaron espantados, asombrados, cada uno se echaron a huyr porque tan gran animal corrían y encima unos hombres nunca uista. Daquella manera andauan turuados. Luego tornaron a correr otra ues y corrían más contento y dizían, “¡A Santa María buena seña, a señor Sanctiago buena seña!”

Y ancí tubieron buena seña de comensalle la batalla y hazelle guerra contra Atagualpa Ynga. Y ací llegó a su ermano don Francisco Pizarro y dixeron los caualleros: “¡Aluericia, ermanos míos! Ya yo tengo conuencido y espantado a los yndios. Será Dios seruido que le comensemos la batalla, por todos se espantaron y dejaron en tierra a su rrey y cada uno [e]charon a huyr. ¡Buena seña! ¡Buena seña!”